Llevamos ya cuatro aldeas
que queremos levantar.
La primera estaba solo
sin nadie con quien rolear.
Me robaron varias veces,
pero nada de calidad.
Marché al nordeste con Noctem
con ganas de mejorar.
Sobre unas peñas muy altas
y afiladas de verdad
empezamos una aldea
de dos casas nada más.
Pero al ver necesidades
que no cubríanse jamás
decidimos las chabolas
a nuevas tierras mudar.
Fuese el lugar elegido
una ciénaga sin par
donde la novia de Shrek
gozaría de habitar.
Allí cazamos un ciervo
antes siquiera empezar.
Gran fiesta y gran alborozo
pues tres miembros éramos ya.
Y con un cuarto en camino
volvimos a levantar
campamento y bienes justos
para volver a viajar.
El mapa se había estudiado
con mucha y gran seriedad
buscandonos buen paraje
donde poder descansar
las maltrechas posaderas
ya de tanto caminar.
¡Albricias, orad a Dios!
¡Lo hemos encontrado ya!
¡Tierra fértil, grandes pinos
y caza hay en cantidad!
Y con gran algarabía
un quinto se junta al clan.
¿Clan? ¿Pero eso está seguro
este narrador nombrar?
Somos pobres como ratas.
No podemos claimear.
Y novatos en el juego
tanto como aún no hay par.
Ignoramos tan siquiera
como monumento alzar.
No hay problema. No hay preocupa.
Otros ya nos lo dirán.
Y al alba del tercer día
nos vinieron a avisar.
Un tal Arsendi se llama
el individuo a citar.
Sobradito y ostentoso
nos viene a diagnosticar
que si a las filas de "la Orden"
no vamos pronto a formar,
a los profundos infiernos
nuestras almas enviarán.
Y así estamos cinco amigos
sin más ambición que arar
debatiendo si a "la Orden"
y a su mafia nos postrar,
o si usada nuestra sangre
para estas tierras regar
por los mafiosos de "la Orden"
con fuerte espada será.
Aún nos queda una tercera
y es volvernos a calzar
zapatos de buena suela
para largo caminar
buscando horizontes nuevos
donde volver a empezar.