Historia del Gran Imperio, división y declive + mi historia.

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N9yluisitogt
 
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Historia del Gran Imperio, división y declive + mi historia.

Post by N9yluisitogt » 04 Mar 2018, 23:43

Hola, soy Nathaan Saturnis, juego en el servidor Epleland, y sirvo para El Cruce.

He escrito una breve historia acerca de mi personaje, y sobre el Gran Imperio.

______________________Allá vá________________________________

Link del post oficial (en el foro de nuestra alianza)
[url]https://lifelcruce.es/forum/viewtopic.php?f=36&t=15&sid=024533d35a139f4d347d2b32c826fff7[/url]




Historia:


Hace más de 1400 años existió un fuerte imperio denominado Karthasus, que dominaba la mayor parte territorial de Abella. Este imperio fue el más poderoso, próspero y el más temido de todos los tiempos jamás conocidos. Karthasus estaba gobernado por el emperador Pulmer, un hombre que fue educado en el arte de la guerra y la disciplina militar, brillante en combate y conquistador de todos los territorios.

A su muerte le sucedió su mano derecha; Brocas. Éste aplicó una dictadura a su pueblo, y durante años no supo ser el gobernador que semejante Imperio exigía. Las clases más altas de Karthasus se sublevaron en contra de Brocas, creando así un gobierno provisional que no más que recuperar la paz y la prosperidad, provcocó una division social en el Imperio.

Por un lado se encontraban los que defendían la llegada de un nuevo emperador, y por otro los que no querían volver a tener un emperador, para no volver a repetir la ineptitud y tiranía de Brocas.

Fue entonces, en el año 308 antes de nuestra era donde se produciría la Revolución Imperial, provocando una Guerra Civil que duraría más de 200 años, que acabó con la división del imperio en dos:
· El Nuevo Imperio, ubicado al norte de Abella, cuyo emperador sería Septis, de la nueva dinastía Unk, antiguos servidores del gran emperador Pulmer.
· El Estado Santo, ubicado al sur de Abella, cuyo sistema estaba controlado por la Iglesia Santa, que dictaba, aprobaba e imponía las leyes.

Durante 200 años ambos imperios se destruían entre sí, puesto que las batallas y los asedios no paraban, y duraban día y noche. Al concluir la guerra, solamente quedaron escombros, una nula economía y una devastación regional nunca antes vista. Fueron pocas las familias que sobrevivieron a este conflicto. Grandes historiadores como los Saturnis fueron los encomendados por su propia moral a escribir los sucesos de aquellos hechos. Estas familias crearon sus ciudades, con una economía común por la cual intercambiar bienes materiales, y se juraron paz militar permanente.

Varias ciudades prosperaron en la sombra y en los escombros de aquel Gran Imperio que, 250 años atrás suponía la prosperidad de todo un pueblo.

La familia Saturnis vivía en un pequeño pueblo en el sureste de Abella, se dedicaban al comercio, y a presidir el consejo de la Unión Oriental, manteniendo así la igualdad y la seguridad de todo un territorio. Posteriormente nacería Nathaan Saturnis, que a la edad de 18 años sufrió uno de los mayores horrores que había ocurrido desde la Guerra Civil de Brocas.

...

Lo último que recuerdo fueron aquellas palabras de mi pabre: ''Huye, vete lo más lejos posible y no vuelvas nunca, que sepas que siempre te querré con todo mi corazón.'' Acto seguido se desplomaba nuestra casa sobre el rostro de mi padre, dañando también mi mano con la que la sujetaba. Fue entonces cuando hice lo peor que pude: gritar. Me descubrieron los rebeldes que estaban masacrando a todo el pueblo, me golpearon y perdí el conocimiento. Al despertarme me di cuenta de que mi poblado ya no existía; su gente fue masacrada, sus casas destruídas y sus bienes fueron robados. Una voz en mi interior me decía que debía correr todo lo rápido posible, y que si estaba vivo era solamente porque aquel golpe que recibí debió haberme matado y así me habían considerado los asaltadores. Con lágrimas en los ojos, varios huesos rotos y un golpe contundente en la cabeza que aún me dolía logré salir de aquellos escombros, y me desmayé en la playa.

Al despertarme, me encontraba en las áridas llanuras y estepas del norte. Allí fue donde me encontré con una majestuosa muralla que podía ser mi salvación, o mi ruina. Pero me arriesgué y me puse a la vista de todos, muerto de hambre, con un hombro roto y sin fuerzas para enmendar una sola palabra.

Un hombre llamado Javito Iustez me recibió y me dio cobijo, me ofreció unirme a su causa, a formar parte de su honor y de ser un cómplice en su reino. Sin duda acepté, y juré lealtad a mi condesa Diana. Dorito me recomendó el oficio de carpintero, y Nerbae y Tío Chungo fueron los maestros que cualquier aprendiz quisiera tener.

Y aquí empieza mi historia en el Cruce, y de cómo un Saturnis, procedente de una familia ancestral de los tiempos del Gran Imperio estaría a los servicios de El Cruce.

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